Fotografía, descubre cuándo fotografiar... y cuándo guardar el momento
- Carlos L. Ríos
- hace 4 días
- 3 Min. de lectura
Actualizado: hace 3 días
No soy de hablar de megapíxeles, de sensores ni de lentes carísimas o baratas. No me importa si tienes Nikon, Canon, Sony o simplemente un móvil. En los cursos y clases que imparto sobre fotografía, me gusta hablar de algo mucho más importante, saber cómo mirar y decidir cuándo fotografiar... y cuándo no hacerlo.
La fotografía, para mí, no empieza cuando aprietas el botón. Empieza mucho antes, cuando reconoces que algo te ha tocado, algo te ha hecho sentir. Cuando un instante se revela, tan perfecto, tan frágil, que sabes que si no haces algo, simplemente se perderá.
No siempre hay que fotografiar. A veces, el mejor acto de amor hacia un momento es guardarlo solo para ti. Como un boceto invisible en la memoria. Como un cuadro que, si supieras dibujar bien, pintarías. Pero como no sabes, fotografías. Sin importar la cámara que tengas.

Instantes que hacen correr: decidir cuándo fotografiar la urgencia
Esta tarde, la luz decidió hacer de las suyas.
El sol, caprichoso, medio oculto entre nubes pesadas, abrió una brecha en el cielo tiñendo la Playa Grande de Miño —ese lugar donde en verano no cabe un alma y el resto del año es un paraíso de intimidad— de un rojo imposible.
Sola frente al horizonte, una chica.Cámara en mano. Pequeña ante la inmensidad, también quiso inmortalizar el ocaso, y no era para menos.
Observando la escena, supe de inmediato que quería esa foto. No una más para perderse en un carrete infinito, sino una que contara una historia.
Corrí por la arena mojada.
Corrí sin pensar, con la imagen ya formada en mi cabeza, el sol, el reflejo en la arena, la silueta detenida en el tiempo, todo en equilibrio perfecto.
Mientras tanto, mi pareja, que me acompañaba, decidió que la escena de un fotógrafo corriendo tras una fotógrafa era demasiado buena para dejarla pasar. Así que capturó algo aún más valioso, la carrera misma por atrapar el instante del instante.

¿Qué hace que merezca la pena fotografiar?
No es la cámara. No es la técnica. Es la necesidad de conservar un instante vivo. La verdadera esencia de decidir cuándo fotografiar no está en el equipo, ni en las configuraciones. Está en sentir el momento, en saber ver la luz antes de que desaparezca, en entender que no hay dos instantes iguales.
La verdadera dificultad en fotografía no está en enfocar. Ni en medir la exposición. Está en decidir cuándo merece la pena disparar... y cuándo dejar que el recuerdo viva solo en nuestra mente.
El valor de decidir cuándo fotografiar
Hoy hacemos miles de fotografías cada semana, pero olvidamos que cada disparo debería ser una elección consciente. Un acto de amor hacia la luz. Un acto que nos susurra: "Esto que veo merece quedarse."
No se trata de acumular imágenes. Se trata de coleccionar instantes. Instantes que, aunque no podamos pintar, sabemos mirar. Y a veces, instantes que elegimos no fotografiar, simplemente guardar en nosotros mismos.
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Si sientes que la fotografía no solo se trata de técnica, sino de capturar instantes verdaderos, puedo ayudarte. Ofrezco asesorías online personalizadas, donde trabajaremos juntos en:
Afinar tu instinto fotográfico,
Mejorar tu forma de observar la luz y el momento,
Aprender a decidir cuándo disparar... y cuándo simplemente mirar.
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